martes, 24 de marzo de 2015
Adios Pili
Tuve la fortuna de tener una prima con síndrome de down. Un ser especial que no tuvo todas las oportunidades de desarrollo que los niños que hoy en día nacen con esa condición, tienen. Pili tenia más de 60 años y ayer se despidió para siempre.
Fue siempre una niña como de unos cuatro años, con una vivacidad maravillosa que al final se fue apagando, teniendo que sufrir achaques que su hermana con paciencia y dedicación, pero sobretodo con mucho amor, no solo toleró, sino que siempre buscó la mejor manera de hacerle la vida feliz y llevadera.
Para todos los que tuvimos la fortuna de convivir con ella por un rato, fue una bendición. Nos enseñó tantas cosas que quizá nos nos dimos cuenta, detalles que ahora, con la tristeza de su partida, las veo:
- Nos enseñó que siempre, no importa donde estemos, vale la pena cantar y bailar si oímos esa canción que nos gusta... "Volare... oh ohh... cantare ohhh..."
- A pesar de sus limitaciones, nos dejó de herencia un lenguaje lleno de sabia ternura... "Esa macelita si sabe."
- Cuando mi hija tenia apenas un año o dos pudo disfrutar de Pili como compañera de juegos, fuimos a espectáculos, parques y eventos y creo que fue para ella una excelente experiencia, porque veía como lo mas natural a su prima, una niña con capacidades diferentes, con una mirada ingenua y sin pre concepciones que muchos adultos no aprendemos porque se nos hace fácil juzgar y criticar lo que no conocemos o es simplemente diferente.
- A veces aunque pareciera no estar poniendo atención a las conversaciones, Pili salía con el apunte perfecto, por eso nunca debemos subestimar a nadie, porque los consejos mas sabios pueden venir a veces de quien uno menos lo espera... "ah manija" (bandida).
- Muy típico de la familia es el sentido del humor, y Pili lo manejaba con maestría. Con una risa picara que llenaba toda su carita y apretaba los ojos, se burlaba de uno sin compasión. Lo que nos confirma que siempre es mejor saberse reír de si mismo, porque así la vida es mas llevadera.
- Con una sensibilidad enorme, sabia reconocer Pili a la gente que la quería. Ademas con maravillosa memoria reconocía a la gente con su nombre, así los hubiera conocido tiempo atrás. Y qué importante saber reconocer a la gente que lo quiere a uno bien, porque a veces cometemos errores y sufrimos por cuenta de esa gente que solo pretende ser tu amigo por un rato.
Es verdad Pilita siempre nos sorprendió con sus apuntes y disfrutamos mucho cuando la vimos feliz, cantar y bailar. Por eso nos duele verla partir, pero nos alegra que pueda volver a ser una niña feliz. Como dijo una amiga de la familia: " Me gustaría creer que su maravillosa mamá estará feliz de tenerla a su lado", y así lo espero, que mi tía ejemplar ya la haya recibido allá en el cielo, con un fuerte abrazo. Aquí disfrutaremos con su recuerdo. Bueno que zao Pili y gracias, muchas gracias.
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Especial, muy especial como todo lo que escribes.
ResponderEliminarDe corazón lo siento mucho. Un abrazo.
Gracias Norita. Un abrazo.
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